Bienvenido al segundo artículo de nuestra serie sobre fauna salvaje. En esta serie, hablaremos acerca de datos interesantes sobre animales en peligro y sobre lo que podemos hacer para ayudar a conservar sus poblaciones. En esta edición, hablaremos acerca de nuestros primos evolutivos: los orangutanes.
¿Sabías que la palabra orangután significa literalmente "persona del bosque"? Es un compuesto de dos palabras malayo-indonesias, como son "orang" y "hutan", en la que la primera significa "persona" y la segunda significa "bosque". Y como el nombre sugiere, los orangutanes comparten realmente muchas características con nosotros que los hacen tan parecidos a los humanos.
Míralos. Si vieras su silueta en mitad del bosque, podrías pensar que son humanos grandes. Son los animales arborícolas más grandes de la Tierra; un macho adulto de orangután puede llegar a pesar 140 kilos o más. Pasan el 90 % del tiempo en las copas de los árboles, comiendo fruta madura, brotes de hojas y, a veces, termitas o parras.
Los orangutanes caminan habitualmente usando las cuatro extremidades apoyándose en el suelo, sin duda, pero fíjate y verás que, al igual que los humanos, también hacen un uso frecuente de sus manos. Poseen pulgares oponibles que son muy útiles para cargar comida y agarrarse a las ramas de los árboles. Algunos orangutanes de Sumatra utilizan incluso herramientas como palitos para cazar termitas, hormigas o abejas en los agujeros de los árboles. También se ha observado que hacen "guantes" con las hojas cuando manipulan frutas con pinchos y ramas con espinas. Sí, son inteligentes.
Pero eso no es todo. Además de eso, los orangutanes pueden razonar, pensar y expresar emociones como nosotros: sonríen, gimotean, lloran, y lo que tú hagas. Esto es lo que hace de sus parecidos con nosotros algo insólito. Si pudieras dedicar un minuto a observarlos de cerca, estamos bastante seguros de que jurarías que son como nosotros.
Y hasta cierto punto lo son. Compartimos con los orangutanes el 97 % de la secuencia de ADN, según un análisis publicado en 2011 por un grupo internacional de científicos. Esto los convierte en nuestros parientes evolutivos vivos más cercanos, junto con los chimpancés, y más recientemente, según se ha sabido, con los bonobos. Así que no es raro que tengas una fuerte sensación de parentesco cuando ves un orangután.
Pero la ironía es que el comportamiento humano es la amenaza más peligrosa para los orangutanes. La caza ilegal, la pérdida del hábitat y los conflictos entre humanos y fauna salvaje están amenazando a todas las especies de orangutanes en estado salvaje. Todas las especies de orangutanes se han declarado en estado de "peligro crítico" por parte de la IUCN, lo que significa que nuestros primos evolutivos podrían extinguirse si no actuamos rápido.
¿Qué podemos hacer al respecto? Bueno, por nuestra parte, apoyamos las medidas para reducir los conflictos entre humanos y orangutanes en nuestras concesiones, y continuamos concienciando para ayudar a cumplir nuestra política de tolerancia cero con el daño a especies en peligro. En nuestros esfuerzos trabajamos con la Agencia de Conservación de Recursos Naturales de Kalimantan oriental, el Parque Nacional de Kutai y la Orangutan Foundation International. Puedes obtener más información sobre nuestros esfuerzos de conservación aquí.
Tú también puedes poner tu granito de arena. Muchas personas creen que es imposible ayudar a los orangutanes cuando viven a miles de kilómetros de distancia. Pero se equivocan. Haciendo cosas sencillas como reducir, reutilizar y reciclar ya estás ayudando realmente a disminuir la contaminación, y de paso, preservar el medio ambiente y su hábitat. Puede parecer poco, pero las cosas pequeñas pueden suponer una diferencia enorme. Incluso compartir este artículo en tus cuentas de redes sociales para concienciar al público, puede ejercer un impacto real.
El orangután es una especie clave. Significa que alteran de manera dramática el entorno en el que viven, y muchas otras criaturas y plantas dependen de estas alteraciones para ser capaces de sobrevivir. A medida que los orangutanes desaparecen, miles de especies diferentes de lo frágiles hábitats de la selva tropical también desaparecerán. Con el tiempo, estos cambios también nos afectarán a nosotros, los humanos, que vivimos en el mismo planeta. Por lo tanto, realizando un esfuerzo para ayudar a los orangutanes y sus hábitats, no solo estamos salvando a otras criaturas sino que también protegemos nuestro futuro.
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